Este plan, contemplado en el Pacto Industrial Limpio, contiene medidas a corto plazo para reducir los costes de la energía, completar la Unión de la Energía, atraer inversiones y estar mejor preparada para posibles crisis energéticas. Como componente clave del Pacto por una Industria Limpia, este plan de acción debería ayudar a las industrias que luchan con altos costes de producción.
El plan de acción aportará alivio a corto plazo a los consumidores y allanará el camino para la realización de la Unión de la Energía al adelantar los beneficios de más energía renovable, ahorro de energía, mayor integración del mercado y mejores interconexiones.
Propone medidas para hacer frente a los retos estructurales que están elevando los costes de la energía en la UE, en particular la dependencia de Europa de los combustibles fósiles importados y la falta de plena integración del sistema eléctrico. El Plan se basa en la reciente reforma de la configuración del mercado de la electricidad, el Plan REPowerEU, los planes sectoriales específicos para la energía eólica, la energía solar y las redes y la legislación revisada en materia de energía y clima en el marco del paquete de medidas «Objetivo 55».
Al acelerar las inversiones en energía limpia e infraestructuras, y al aportar transparencia y equidad a los mercados del gas, la energía puede hacerse más asequible. Una mayor reducción de los plazos de concesión de permisos para las energías renovables y la infraestructura energética también ayudará a reducir los costes de producción de energía.
Reducir los costes de la energía para proporcionar ayuda inmediata a los consumidores al tiempo que se completa la Unión de la Energía
Para que la electricidad sea más asequible, la Comisión abordará los tres componentes de las facturas energéticas, a saber, los costes de la red y del sistema, los impuestos y gravámenes y los costes de suministro. La Comisión formulará recomendaciones a los Estados miembros para que reduzcan los impuestos nacionales sobre la electricidad y permitan a los consumidores cambiar de proveedor más fácilmente hacia ofertas de energía más baratas.
Sobre la base de la legislación vigente de la UE en materia de electricidad, la Comisión también seguirá apoyando la adopción de contratos de suministro a largo plazo que, en última instancia, ayuden a romper el vínculo entre las facturas minoristas de electricidad y los elevados y volátiles precios del gas. Para reducir la parte de las tarifas de red de la factura energética, propondrá una metodología para garantizar que las tarifas de red reflejen los costes del sistema energético, incentivando el uso más eficiente de la red.
Junto con el apoyo para lograr más y más rápidas energías renovables, la Comisión también aportará beneficios significativos para los consumidores al apoyar una adopción más amplia de soluciones de eficiencia energética, lo que puede conducir a un ahorro de hasta 162 000 millones de euros al año en 2030. Un sistema de garantía de la UE que se desarrollará en cooperación con el Banco Europeo de Inversiones contribuirá a reducir el riesgo de la inversión en servicios de eficiencia energética y facilitará el acceso a aparatos y productos más eficientes con una vida útil más larga.
Los precios del gas en la UE son demasiado elevados y están afectando a la competitividad de la industria europea. Para garantizar una competencia leal, la Comisión intensificará su control de los mercados del gas de la UE con la ayuda de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER), la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM) y los reguladores nacionales. También colaboraremos con proveedores fiables de GNL para identificar importaciones adicionales competitivas en términos de costes y aprovechar el poder adquisitivo de la Unión agregando la demanda de las empresas de la UE.
En última instancia, unos mercados energéticos más integrados, que funcionen bien y estén descarbonizados son el mejor escudo contra la volatilidad de los precios. Esta es la razón por la que la Comisión se esforzará por completar la Unión de la Energía, con más interconectores, una red más fuerte y un comercio transfronterizo, y pondrá en marcha un conjunto de iniciativas para impulsar la electrificación y la descarbonización de los sectores de la calefacción y la refrigeración, movilizar capital privado y seguir digitalizando el sistema energético, entre otras cosas.
Estar mejor preparado para posibles crisis
La seguridad del suministro es clave para garantizar que los precios se mantengan estables. La Comisión actualizará el marco de seguridad energética de la UE para hacer frente a las amenazas emergentes, como los ciberataques, el sabotaje de infraestructuras críticas y los riesgos derivados de la dependencia de las importaciones. También aumentará la preparación ante posibles crisis de precios, entre otras cosas, mediante la publicación de orientaciones para los Estados miembros sobre cómo recompensar a los consumidores para que reduzcan el consumo en las horas punta y mantengan bajo control las facturas de energía.
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Fuente: Comisión Europea 
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